Las inyecciones tienden a brindar un alivio temporal al reducir la inflamación o bloquear el dolor aunque aún es importante hacer modificaciones en el estilo de vida que pueden proporcionar un alivio a largo plazo.
La mayoría de los episodios de dolor de cuello se deben a distensión muscular o esguince de tejidos blandos (ligamentos, tendones), pero también pueden ser causados por una fuerza repentina (latigazo cervical). Estos tipos de dolor de cuello a menudo mejoran con el tiempo y la atención no quirúrgica. Pero si el dolor de cuello continúa o empeora, a menudo hay una afección específica que requiere tratamiento, como:
Hay una serie de problemas que causan dolor en el cuello. La irritación a lo largo de las vías nerviosas del cuello puede causar dolor en el hombro, la cabeza, el brazo o la mano. Además, la irritación de la médula espinal puede causar dolor en las piernas y otras áreas debajo del cuello.
Obtener un diagnóstico preciso que identifique la causa subyacente del dolor, y no solo se correlacione con los síntomas, es primordial para guiar el tratamiento.
Muchas opciones de tratamiento para el dolor de cuello se pueden adaptar a las necesidades de un paciente individual.
Conoce algunas de las opciones de tratamiento:
Es una inyección alrededor de la raíz del nervio a medida que sale de la columna cervical.
La inyección reduce la inflamación y el dolor causado por la presión sobre el nervio.
¿Eres candidato?
El objetivo es reducir el dolor, pero estos tratamientos no cambian la fuente subyacente del dolor. Por lo general se recetará tratamiento médico junto con un programa de fisioterapia u otro régimen.
Las dos opciones de cirugía más comunes para el dolor de cuello están diseñadas para extirpar un disco dañado y restaurar el espacio normal dentro del nivel vertebral para descomprimir una raíz nerviosa y/o la médula espinal.
¿Eres candidato?
Comienza ubicando la zona del dolor. Se puede dar en diferentes partes de la espalda; la zona cervical (cervicalgia), dorsal (dorsalgia) y lumbar (lumbalgia).